Los de la internacional de la mentira, del odio y del terror, creen que su
sistema social-comunista es el único democrático, cuando en realidad es todo lo
contrario: totalitario, absoluto, dictador, etc. Como está sobradamente
demostrado, cuando cogen la sartén por el mango lo que aparece es la bota, el
bozal, el grillete, la zahúrda, el oír, ver y callar. Vamos a ver en unas
entregas algo sobre el asunto.
La propaganda y las mentiras de dicho sistema social-comunista son
abrumadoras ya que, entre otras cosas, dicen que están en el ámbito de lo
“políticamente correcto” y que se encarga y cuida para que el “pueblo soberano”
viva dignamente. Como ya supondrán, dicha propaganda y mentiras provienen del
fanatismo y de la intolerancia dogmática de su doctrina.
Estos sujetos, sujetas y “sujetes” lo que buscan y pretenden es poner el
asunto político por encima de todos, de todas y de “todes”, intentando por
todos los medios habidos y por haber el buscar el conformismo del “pueblo
soberano”. Dichos medios son, entre otros, el monopolizar ideológicamente a
dicho pueblo, y hacerse con control total y absoluto de todo, con el objeto de
impresionar y emocionar a la gente.
El fanatismo, la obsesión, la ceguera, la obstinación, etc, de esta gente
es tal que les llevó a crear mitos y más mitos, con el fin de que había que
comunicar a los gerifaltes “nomenklaturizados” con dicho “pueblo soberano”.
Pero en realidad lo que se perseguía, y se persigue, es que tal comunicación
sea la hipnosis con el fin de crear una fe ciega en el sistema, aunque después
no se haga nada de nada de lo dicho y programado.
Después está la “ingeniería social”, oiga, creadora de un nuevo espíritu a
base de un lenguaje bien “cuidado”, y de nuevas concepciones e ideas,
inculcando que lo principal es lo material.
En la próxima entrega veremos algo sobre el terrorismo de estos sistemas.
Continuará.


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