En el periódico “Octubre” en su edición de 17 de
agosto de 1936, se leía lo que ven en la imagen.
Los numerosos asesinatos que se cometían en Madrid,
con cadáveres por cunetas, calles y parques, después de ser “paseados”,
llevaron a muchos diplomáticos extranjeros a intervenir para salvar la vida de
aquellas personas inocentes vilmente asesinadas. Los diplomáticos empezaron a
recoger a muchos madrileños en sus embajadas. El principal fue Félix Schlayer,
cónsul de Noruega en Madrid, uno de los testigos más importantes. Es autor
de “Diplomático en el Madrid rojo”, comentado en este blog con
fechas 30 de agosto y 3 de setiembre de 2.021, siendo también autor de “Matanzas
en el Madrid republicano”, libro que comentaremos próximamente.
El chequista Agapito García Altadell, miembro
del PSOE y posteriormente del PCE, después de desvalijar los hogares de las
personas que detenía, las entregaba a las temidas checas, siendo la más
terrible la de la calle de Alcalá, conocida como la de “Bellas Artes”, que
luego la trasladaron a la calle Fomento, siendo una checa oficial.
A mediados de agosto empezaron a funcionar los
Tribunales Populares en la cárcel Modelo, lo que llevó a que cualquier huella
de garantías procesales, desapareciesen automáticamente.
En la noche del 22 al 23 de agosto de 1936 fueron
asesinados el diputado doctor Albiñana; Melquíades Álvarez, republicano y jefe
del Partido Reformista, Decano del Colegio de Abogados madrileño y ex
presidente del Congreso; José María Martínez de Velasco, ex diputado y ex
ministro; Fernando Primo de Rivera, militar; Manuel Rico Avello, diputado y ex
ministro; Julio Ruíz de Alda, aviador militar. Todos ellos fueron fusilados sin
ninguna garantía procesal. También hubo otros crímenes como los de los capitanes
Ordiales, Joaquín Fanjul, y los de los generales Villegas y Owaldo Capaz.
Continuará.
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