El título completo del libro es “Mañana España. Conversaciones de Régis Debray y Max Gallo con Santiago
Carrillo”, autor Santiago Carrillo, Colección Ebro, 1975, 269 páginas.
El libro es una sarta de mentiras y de engaños, además
de mostrar una admiración por el criminal Stalin. Nos llama la atención el
comentario que este cínico y cruel sujeto hace sobre el pacto nazy-soviético,
firmado en agosto de 1939. A tal efecto, ante la pregunta que le hacen, vean lo
que responde (página 93):
“Para muchos comunistas, sobre todo los
franceses, estos años 1939-1940 están marcados por el pacto germano-soviético
de agosto de 1939 ¿Cómo reaccionaste tú? Carrillo responde:
“Para
un comunista español, en esa época, no supuso ninguna dificultad, no solamente
por nuestra confianza incondicional en Stalin, sino sobre todo porque salíamos
de España llenos de odio hacia esas potencias
europeas llamadas ‘democráticas’ que nos habían vendido. Por culpa de estas
potencias habíamos perdido la guerra. Para mí estaba claro que esas potencias
habían traicionado al movimiento antifascista. En mi partido, por tanto, la comprensión
del pacto germano-soviético no planteó Problemas. Entre los comunistas
españoles, que yo recuerde, nadie tuvo crisis de conciencia, ni los
intelectuales, ni los obreros. Se decía: ‘Estos cerdos tienen lo que se
merecen. No puede uno confiar ni asociarse con ellos; nos traicionarían’. En
aquel momento el asunto estaba así de claro. Lo que influyó en nosotros fue la
admiración hacia la Unión Soviética y el odio
hacia esas potencias . . .”
En la página
106 dice el criminal, asesino, cínico y mentiroso Carrillo:
“Para mí, en aquella época, la defensa de la URSS era lo más importante;
hasta el punto de que si en 1936 me hubieran preguntado: ¿Aceptarías que la
revolución triunfara en España a cambio del derrumbamiento de la de la
URSS, no habría vacilación en contestar ‘no’ porque la URSS era por sí sola un
continente, una fuerza enorme, capaz de llevar sobre sus hombros el movimiento
mundial, mientras que en la pequeña España sólo habríamos podido triunfar de
forma efímera”.
Asimismo, y abundando en lo anterior, en la página 184 sigue diciendo el
asesino:
“Si me hubieras preguntado en 1938, a mí, comunista, si prefería la
victoria de la España republicana a costa del derrumbamiento de la Rusia
soviética o lo contrario, ya te he dicho que hubiera escogido lo segundo”
En la página 56, cuando aún no había cambiado la chaqueta de socialista a
comunista, habla de que cuando los jóvenes comunistas le visitaban en los
locales socialistas, “habían
podido observar que detrás de mi mesa tenía un gran retrato de Stalin”.
En la página siguiente habla del viaje que realizó a la Unión Soviética y dice:
“Cuando vi en las calles de Moscú destacamentos de obreros que desfilaban
con sus fusiles cantando la Internacional, me dije: ‘Esto es lo que yo quiero’
”.
No hacemos ningún comentario sobre estas palabras
porque se comentan por sí solas. Lo destacado en rojo es nuestro.
Nota. Recomendamos leer nuestro artículo“LXXX aniversario del comienzo de la II
Guerra Mundial ( I ) Pacto nazi-soviético. Stalin brinda por Hitler”,
insertado en este blog el 11 de mayo de 2019.


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