Su Sanchidad ya no sabe cómo ocultar y encubrir los
escándalos que le rodean. Para esto recurre a todo lo habido y por haber,
siendo lo último las manifestaciones contra Israel calificándolo como genocida,
pero callando como un zorro ante los actos y hechos de China, Rusia, Hamás,
etc. Nunca se ha visto en España el que el mandamás estuviese hasta el cuello
lleno de boñiga, de basura o de “fango”, como él dice.
Para evitar que todo el tinglado que hay a su alrededor sea conocido,
ha sacado su espada con el objetivo de siempre: enfrentamiento entre españoles,
asunto este que usaron sus antecesores Felipe “Sonrisa de hiena” González, y
Zapatero, “El bobo solemne”. También para ocultar dicho tinglado y corrupción,
ahí están los acosos contra los jueces y contra los “mass-media” que no sean de
su rango.
En fin, no seguimos porque este impresentable sujeto
nos está llevando al desiderátum, aunque él y su banda siguen volando hacia la “España
2030”, o la de “España 2050, oiga.
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