Aunque esto lo haya escrito Carrillo, gran mentiroso, no nos extraña, ya que por aquel entonces el PCE era el único partido que no se había adherido al régimen que se acababa de proclamar, aunque posteriormente, y por cuestiones tácticas, dijese que no había ningún contrasentido entre la defensa de la República y la reivindicación de la “dictadura del proletariado”. Lo que ocultaban era que estaban atados de pies y manos por las condiciones que en su día firmaron para acceder a la IC (Internacional Comunista), creada en 1919 por el bolchevismo ruso como el Estado Mayor para la “revolución mundial”.
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