Cuando un gobierno exige al “pueblo soberano” disciplina, con látigo y azote en la mano, amenazando con cárcel si no se cumplen sus normas, pautas, reglas, criterios e incluso leyes (“Sólo sí es sí”, “Ideología de género”, etc), el yugo aparecerá por doquier. Lo que se consigue con esto, guste o no guste a este desgobierno, es el aborrecimiento, la aversión y la repulsión de dicho “pueblo soberano” porque, entre otras cosas, sale a la luz la ineptitud, la incapacidad, la insuficiencia, la necedad y todo lo que ustedes quieran, de los que tienen la sartén por el mango, que son los responsables de la insatisfacción general.

Si eres un perceptor monocular de la realidad porque deduces lo que te dicen que tienes que deducir;si te refugias o escondes en ideologías que impiden ver la realidad e intercambiar ideas; si tu meta no es la honradez intelectual; si crees en el pensamiento único y también crees en el dogma de las certezas; si te consideras poseedor de la “hybris intelectualista” y crees asimismo que tienes una visión privilegiada sobre el mundo, si todo esto eres y crees, no entres en este blog.
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