Y es que, por el momento, no se me
ocurre o no quiero que se me ocurra otro calificativo que metamorfosis ante la
última decisión de la presidente de C’s, de alinearse ostensible, práctica y
realmente con el PSOE y Cía., iniciando esta alineación con una moción de
censura contra el gobierno de Murcia donde Fernando López Miras había
sustituido a Pedro Antonio Sánchez que ya hubo de abandonar para defenderse de
los ataques que sufría. Ambos PP.
La metamorfosis sufrida por ese
partido y que es hoy sin duda su señal de identidad, deja pequeña la famosa de
la no menos famosa novela de Kafka y merecería un estudio más profundo que el
que yo pueda aportar pues tantas interpretaciones y estudios ha generado, que
yo no me considero capacitado para glosarlas, cosa que no pretendo, así como
tampoco pretendo comparar a la señora Inés Arrimadas con una cucaracha. Nada
más lejos de mi intención.
Quedan muy lejos aquellos tiempos
de la aparición del partido que estamos citando y sus primeras intenciones
programáticas. Muy pronto, alguno de sus fundadores, Albert Boabdella y otros
se descolgaron del proyecto, abandonándolo casi cuando no había florecido.
Apareció entonces un líder, joven, bien preparado, buen dialéctico, azote del
independentismo y que logró hasta triunfar en unas elecciones autonómicas
catalanas. Vino después el tirón que ejerce la capital de España para cualquier
político que desee brillar a nivel nacional y a esta tentación sucumbió Albert
Rivera trasladando a Madrid su centro de actuación, abandonando solares más
escabrosos donde debería soportar una presión fuerte y continua. También llegó
a tener su momento de gloria, consiguiendo un gran éxito en las elecciones de
28 de Abril de 2019 con 57 escaños lo
que le hizo creer que sería o en su mente ya era, el líder de la oposición al
PSOE y Cía. Tanto se lo creyó, que sin tardar mucho y en otras elecciones, 10
de Noviembre del mismo año consiguió solamente 10 escaños, rotundo fracaso que
le hizo caer de su nube y que le llevó al abandono de su puesto así como de
toda actividad política.
Se hizo cargo entonces del partido,
una prometedora Inés Arrimadas que había tenido una gran presencia y mérito en
aquellas citadas y ganadas elecciones catalanas así como en las generales
exitosas y que reunía reconocida y suficiente capacidad para ocupar un cargo
tan importante y de tanta responsabilidad.
Desgraciadamente, creemos, esta
nueva y prometedora figura, resultó víctima de la metamorfosis que desde sus
inicios caracterizó al partido y fue sembrando el desconcierto y falta de
confianza entre sus habituales y sus posibles electores merced a sus
intervenciones en las que, para no complicarnos la vida diremos que aportaba
“una de cal y otra de arena”. Lo principal y fatídico fue que este desconcierto
se reflejó sin tardar en el momento clave de los comicios y en los catalanes,
el partido siguió cuesta abajo a mayor velocidad que la deseada hasta el punto
de protagonizar un espectacular descenso en el número de representantes
conseguidos, 6, con Carlos Carrizosa a la cabeza.
Lo malo es que para mayor
desgracia, no terminó en este punto la metamorfosis pues cayendo una vez más
nuestra protagonista en el horror y error, hoy tan comunes y cobardes de que se
considere su ideología de derechas (en el centro derecha se le viene
clasificando), nos sorprende hoy con una asombrosa decisión por lo visto no tan
asombrosa si creemos como es comentario general, que ya se venía gestando en la
sombra o más bien en la oscuridad de unos tratos con lo más selecto de nuestros
actuales gobernantes.
Como creo que me he alargado más de
lo debido en los antecedentes más que en la consideración del caso, debo
terminar reconociendo que, a pesar de lo que se pudiese sospechar, nunca creí
que este partido y esta señora iban a protagonizar una de las inoportunidades
políticas más incalificables y censurables de nuestro democrático presente que
no cabe duda arrastrará consecuencias graves y diversas, algunas de las cuales
me atrevo a augurar no muy beneficiosas para sus aspiraciones. (1)
(1) Con la rapidez de reflejos que la
caracteriza, Isabel Díaz Ayuso, ha convocado sobre la marcha la convocatoria de unas elecciones
anticipadas en su comunidad que ojalá prosperen para que pueda deshacerse de
incómodos compañeros de viaje. Los ataques, críticas y zancadillas que está
propiciando esta decisión, nos demuestran su acierto y oportunidad.
Francisco Alonso-Graña del Valle
No hay comentarios:
Publicar un comentario