Hay que “recuperar la memoria
histórica”, oiga. Vamos a ello.
Como ya saben, Luis Companys
i Jover fue presidente de la Generalidad catalana desde 1934 hasta terminar la
Guerra Civil. Como otros muchos, al acabar la contienda huyó a Francia. Vamos a
ver lo que nos cuenta Manuel Azaña, que ocupó los puestos Jefe de Gobierno y
Presidente de la República, en sus “Diarios” sobre el mentado Companys y la
Generalidad y también sobre la República. Dichos “Diarios” fueron unas anotaciones
íntimas y privadas escritas desde 1911 a 1939, en donde aparecen informaciones
sobre la política española de aquellos años, que van desde el reinado de
Alfonso X I I I, pasando por el gobierno de Primo de Rivera, hasta la Segunda
República y la Guerra Civil. Nos dice Azaña:
“La muchas y muy enormes y
escandalosas pruebas de insolidaridad y despego, de hostilidad, de ‘chantajismo’
que la política catalana ha dado frente al gobierno de la República”.
“Asaltaron la frontera,
las aduanas, el Banco de España. Montjuic, los cuarteles, el parque, la
Telefónica, la Campsa, el puerto, las minas de potasa, crearon la consejería de
Defensa, se pusieron a dirigir su guerra que fue un modo de impedirla,
quisieron conquistar Aragón, decretaron la insensata expedición a Baleares para
construir la gran Cataluña del Prat de la Riba”.
“La Generalidad ha vivido
en franca rebelión e insubordinación y si no ha tomado las armas para hacer la
guerra al Estado será o por qué no las tiene o por falta de decisión o por
ambas cosas, pero no por falta de ganas”.
“Lo mejor de los políticos
catalanes es no tratarlos”
“Y se esas gentes van a
descuartizar España prefiero a Franco. Con Franco ya nos entenderíamos nosotros,
o nuestros hijos, o quien fuere, pero estos hombres son inaguantables”.
“Es una ley de la historia
de España la necesidad de bombardear Barcelona cada cincuenta años”.
Por otra parte, Azaña tenía
la siguiente opinión sobre la política republicana de la gente de izquierdas.
Decía que era una “política tabernaria, incompetente, de amigachos, de
codicia y botín, sin ninguna idea alta”, diciendo también en sus “Diarios”
que los políticos que le rodeaban eran “obtusos, loquinarios, botarates,
gente impresionable, ligera, sentimental y de poca chaveta”, diciendo asimismo
que eran inaguantables por su “inepcia, injusticia, mezquindad o tontería”,
a la vez que comentaba que “no saben qué decir, no saben argumentar. No se
ha visto más notable encarnación de la necedad”, añadiendo “me
entristezco, casi hasta las lágrimas, por mi país, por el corto entendimiento de
sus directores y por la corrupción de los caracteres”, hablando también de “zafiedad,
poliquitería, ruines intenciones, gentes que conciben el presente y el porvenir
de España según se los dicta el interés personal”.
Cuando se llevaba un año de guerra,
dijo que “ninguna política se puede fundar en la decisión de exterminar al
adversario”
En fin, tal parece que en
estos momentos estamos en aquellos tiempos republicanos que nos comenta Manuel
Azaña.
Continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario