viernes, 15 de agosto de 2025

Personajes históricos. Santo Domingo de Guzmán.


 

Nació en la localidad burgalesa de Caleruega en 1170, falleciendo en Bolonia en 1221.

En cierta ocasión iba caminando por Italia un religioso llamado San Francisco de Asís. En dirección contraria iba otro religioso: era Santo Domingo de Guzmán. Se saludaron y se dieron un abrazo.

Este personaje, a pesar de tener antepasados reales, sentía una verdadera atracción por Jesucristo y por la Virgen María.

De joven estudió en Palencia, llamando la atención cuando faltaba dinero para hacer caridad, vendía sus libros, dándoselo a los pobres.

Al regresar a su casa en cierta ocasión, se encontró con una mujer que estaba llorando por su hijo, que había caído en poder de los moros. Le dijo:

“No llores. Yo me ofrezco en cambio”. Esto no lo hizo porque le convencieron de que la cosa era imposible.

En aquellos momentos se fue a Francia a predicar. Cada homilía que predicaba siempre iba acompañada de conversiones de la gente.

Estando en el Monasterio de Prulla (Francia), la Virgen le enseñó un escapulario, que formaría parte del hábito de los religiosos Dominicos.

Cuando falleció en Bolonia, encontraron una pesada cadena que había llevado siempre ceñida a su cuerpo.

La Iglesia lo considera como “varón de pecho y espíritus apostólicos, sostén de la Fe, trompeta del Evangelio, luz del mundo, resplandor de Cristo, segundo precursor y gran ecónomo de las almas”

Fuente: páginas 28 y 29 del libro “Cien figuras españolas. Biografías de españoles célebres”, autor Antonio J. Onieva, Imprenta Casa Editorial “Hijos de Santiago Rodríguez”, Burgos 1951, 212 páginas.



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