sábado, 18 de julio de 2015

Sobre civilizaciones. Assur y Babilonia ( I )



Continuamos con las civilizaciones desaparecidas. En las próximas entregas veremos algo sobre Mesopotamia y Babilonia.


Como ya sabrán, Mesopotamia, que significa “País entre ríos”, era una zona de Asia occidental situada entre los ríos Eufrates y Tigris y los montes de Armenia, que es donde nacen estos ríos. La parte norte limitaba con los montes Tauro (la actual Turquía), y al este con los montes Zagro, que la separaban de Persia. En la zona norte, que la separaba de Armenia, el territorio era quebrado, mientras que el resto era llano y muchas veces desértico, como lo prueban los desiertos de Siria, Jordania y Arabia, al oeste. En esta zona nació uno de los grandes imperios de la antigüedad cuya civilización duraría más de 3.000 años: el assur-babilónico, o asirio-babilónico.

Al mismo tiempo, al ser una zona de transición entre Armenia e Irán por una parte, y entre Arabia y Egipto por otra, esto sirvió para que se mezclasen distinta gentes con sus costumbres y productos, dando lugar a diversas transformaciones.

Los primeros soberanos de este imperio fueron grandes constructores, principalmente de canales, que tenían dos fines: como medio de comunicación y como reserva de agua, la cual se distribuía por medio de acequias. Con este sistema, los campesinos tenían el agua suficiente para regar sus tierras.

Por otra parte, dichos canales, que convertían a las tierras secas en fértiles, tenía muchos peces, lo que permitía a los citados campesinos  pescar y alimentarse.

La fauna estaba compuesta por panteras, leones, hienas, serpientes, etc y, por supuesto, por animales domésticos, entre los que destacaba el asno al que usaban para el transporte de cargas.

Mesopotamia sufrió la invasión de los semitas, con sus distintos orígenes: acadios, amoritas (entre los que se encontraban los cananeos y los hebreos), arameos, edomitas y moabitas.

Probablemente el acontecimiento más importante en la historia de Oriente Próximo sea la aparición de la cultura sumeria, que da origen a un gran imperio, que es destruido a veces por invasiones de tribus bárbaras, y otras por luchas interiores. Ni qué decir tiene que después de estas destrucciones vinieron las reconstrucciones, proceso que duraría más de 3.000 años, que significó la transformación de la antigua cultura sumeria, dando lugar a los imperios  asirio, babilónico y persa, es decir, el gran imperio mesopotánico.

Continuará.





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