El “crecimiento” de Asturias y Alemania

Como habrán leído estos días en la prensa, Asturias ha experimentado un “crecimiento” de mil millones de euros en la deuda regional durante los mil días de gobierno del socialista Javier Fernández.


 Es decir,  “un millón para el mejor” diariamente. El total del endeudamiento supera los 3.500 millones de euros, es decir, el 16 % del PIB ¡Casi “na”!

El record de este “crecimiento” lo ostenta el gobierno regional durante los años 2009 y 2010, gobierno formado por una coalición de socialistas y comunistas (PSOE-IU): la deuda creció 1.000 millones de € en ese período. Pero claro, oiga, había que cumplir los planes: el “E” de Zapatero y el “A” del principado porque, como recordarán, el actual presidente asturiano  cuando cogió el poder en mayo de 2.012, dijo aquello de que Asturias  "está en condiciones de convertirse en la Alemania de España, en una comunidad autónoma de excelencia".  La verdad es que le entran a uno ganas de llorar, de reír y de otras cosas.

Lo curioso del caso, y como no podía ser de otra manera, cuando alguien de la oposición menciona este asunto, la salida es la de siempre: la culpa es del gobierno central.

¿Cómo se solucionará este grave problema? Quizá a lo mejor tenga solución “hipotecando el futurible”, que diría Felipe  “Sonrisa de hiena” González.

¿No saben esta caterva de indocumentados que el gasto público genera inexorablemente inflación, aparte de más burocracia, si no se controla? ¿Cuándo dejarán estos inútiles su megalomanía estadista y estatalista? 

Pero claro, oiga, el panel ideológico decía que había que ir a la “profundización democrática”, que no fue otra cosa que intervenir en todas las instituciones del Estado y en la sociedad.


Claro que dicha “profundización democrática” quizá haya tenido algo que ver con aquellas palabras del que fuera ministro de Economía, Carlos Solchaga, cuando dijo aquello de que España era el país donde uno se podía enriquecer más rápidamente ¿Se acuerdan? La verdad fue, y es, que muchos individuos próximos al poder del PSOE, lo lograron , poniendo en entredicho la incoherencia, más bien cinismo, el comportamiento de estos líderes, que nada tenía que ver con los slóganes éticos que aparecían en la propaganda electoral: ¡"Cien años de honradez"!  ¡Oh!, “memoria histórica!