sábado, 7 de agosto de 2010

Blanco y sus controladores


Dice la GACETA: “Blanco prepara en un sólo día a los controladores militares”.

El señor Blanco ignorante de todo, menos lo que sea regir con mano de hierro un partido, que en eso es un experto, toma una muy arriesgada decisión.

jueves, 5 de agosto de 2010

El Caso Couso


Leo en la prensa que el Tribunal Supremo reabre el «caso Couso» porque el ataque es imputable penalmente a quien dirija las operaciones bélicas, considera que la estrategia bélica denominada «de impacto y pavor», consistente en actos como el bombardeo sobre personas y bienes protegidos en conflicto armado, fue la aplicada.

Si fuese así no dispararían contra una sola ventana un solo proyectil, lo harían contra las fachadas de los tres hoteles con más proyectiles. Esos disparos se hacen con artillería cuyos disparos son más efectivos en esos casos, se tira desde asentamientos fuera de vistas y fuegos, por tanto seguros, más, más salen mucho más baratos y sin arriesgarse a que les destruyan un carro, que por muchos que tengas siempre son pocos.
Ordena a la Audiencia Nacional que reabra la investigación por la muerte de José Couso en Bagdad, en 2003, por disparos de un tanque estadounidense, cuando el cámara estaba protegido por su condición de periodista.

En 2006 la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia archivó las diligencias por considerar que se trató de un «acto de guerra contra enemigo erróneamente identificado» y declaró la falta de jurisdicción para juzgar los delitos imputados a tres militares de los Estados Unidos.

Cuidado que se leen tonterías de los tribunales superiores de justicia españoles en estos últimos tiempos, pero como ésta no he visto ninguna.

El hotel Palestina, donde vivía Couso, era uno de los tres hoteles donde estaban los periodistas acreditados para la guerra, incluidos los americanos.

Este hotel tenía unas vistas excelentes sobre la zona de combate, así lo describe Jon Lee Anderson (el corresponsal de guerra más famoso del mundo desde hace años) en su libro “La caída de Bagdad”. Y el propio Lee Anderson identifica algunos personajes de hotel “poco atractivos”, y se va a otro hotel.

Es don Jon conocido periodista de izquierda, ha escrito muy bien sobre el Che, muy mal sobre Pinochet y así sucesivamente, y es también, curiosamente, el primer Premio José Couso.

Gracias a sus fotos de Pinochet se supo que éste estaba en Londres, donde fue detenido por el payaso Garzón.

Posteriormente manifestó a una revista americana que lo de Couso se había politizado. Lo que es evidente y aquí están nuestros jueces estrella, para hacer el ridículo sin perder la ocasión

En pleno combate una sección de carros M-1 Abrams pasan el Tigris por un puente a poco más de un kilómetro de distancia del hotel. Los periodistas ven y cuentan como uno de ellos se para y solo ese gira su torre y apunta su cañón al hotel. Un carro, por muy bueno que sea su giroscopio que lo es en el M-1, si quiere hacer buena puntería sobre un blanco pequeño (una ventana) tiene que pararse

En aquel momento los marines estadounidenses en la zona estaba bajo fuego de mortero, comunicaciones iraquíes interceptadas revelaban que había un observador suyo corrigiéndoles el tiro.

El carro está un rato reconociendo la fachada, para descubrir al posible observador iraquí, es difícil descubrirlo, con un pequeño radioteléfono y unos prismáticos es suficiente para esa misión y es de suponer que muchos periodistas estuviesen utilizando ese medio para seguir los combates. A ninguno de ellos dispararon.

En esto descubren un individuo con una cámara de televisión.

Una cámara de TV es lo más parecido al visor del puesto de tiro de una lanzadera de misiles. Las dos cosas sirven más o menos para lo mismo y su aspecto y tamaño es parecido.

El jefe del carro inmediatamente dispara, no tenía otro remedio, por lo que se ve con gran puntería.

Estaba a más de mil metros, en un carro se mira por un periscopio, con lo cual la visión no es todo lo buena que seria precisa.

¿Que hubiese pasado si el disparo lo hubiese realizado el otro antes?
Los misiles contracarro modernos son infalibles y los no tan modernos casi.
El carro hubiese sido con toda seguridad destruido.

Es la primera obligación de un jefe militar en combate proteger a sus soldados y no preocuparse de las tristes imprudencias de otras gentes aunque sean periodistas.
Las memeces de los ministros españoles del ramo (Bono: prefiero que me maten que matar) no dejan de ser una memez. Le propongo otra frase aun menos cierta, “prefiero que me roben que robar

Los corresponsales de guerra saben donde están, en la guerra, son ellos los que toman la decisión de exponerse y no están allí para que otros pongan en peligro sus vidas por sus insensateces.

¿Quien tenía medios y poder para garantizar al jefe de carro que Couso no era un enemigo?

Estaban en zona de combate y el pobre Couso lo sabía de sobra.

Es muy posible por no decir seguro que no si viviese no se prestase a este circo anti-USA

Francisco Alamán Castro

martes, 3 de agosto de 2010

Derechos fundamentales


Derechos fundamentales

EL MAL ASUNTO DE LAS MANFESTACIONES DE POLICÍAS, GUARDIAS CIVILES Y MILITARES.

Leo en La Gaceta, 02-08-2010, http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/economia/vuelta-caliente-vacaciones-gobierno

Que pronto habrá manifestaciones en España de guardias civiles, policías nacionales y militares de uniforme.

Nunca ni en la lamentable II República hubo una protesta de la Guardia Civil ni de de la Guardia de Asalto (Policía Nacional de entonces) ni del Ejercito en la calle y de uniforme.

¿En qué va acabar esto? No es ninguna broma.

De la cuerda se puede tirar, lo malo es que las cuerdas tienen cada una su resistencia y estas últimas tradicionalmente son las que más resisten en España.

Pero por muy optimista que sea nuestro Presidente, por lo muy bien y mucho que mienta el señor Rubalcaba, por muchas y gordas pijadas que piense, diga y haga nuestra incapaz ministra de Defensa, otrora, y ahora me temo, fan de Rubianes y apoyadora pública de su "Que se vaya a la mierda la puta España", por muchas leyes que haga para machacar al Ejercito, haciéndole perder sus virtudes esenciales, cosa que en los escalones superiores está consiguiendo.

Las cuerdas se rompen cuando no resisten más.

La Historia, sobre todo en España, demuestra que las cuerdas que así se rompen, nunca arreglan nada.

PERO LO CIERTO ES QUE SE ROMPEN.

Y ya se han roto demasiadas veces.

Protestan estas gentes por sus cosas materiales, sueldos, vacaciones, horarios y un largo etc.

Protestas absolutamente justas.

Y se quejan también, con más razón y más alto, por otras cosas más interesantes para ellos aunque más sutiles.

Los Guardias civiles por “escaso desarrollo de la Ley de Derechos y Deberes y del "agravio" permanente que sufren los guardias civiles respecto al resto de Cuerpos policiales, según precisa la citada asociación”.

La citada ley no es más que una serie de recortes de derechos constitucionales a los que de ninguna manera deben renunciar.

Lo cual les convierte en ciudadanos de segunda o tercera, con menos derechos y más obligaciones que el resto de los españoles. Y sin ninguna debida compensación a su renuncia, ni siquiera moral.

Protestan los militares contra la barbaridad que supone la Ley de Carrera Militar y exigir la retirada de la Ley de Derecho y Deberes.

Ambas leyes suponen más restricciones aun a ya sus mermados derechos.
Derechos que son necesarios, por su condición de militares y la transcendencia de su misión, restringir. Pero siempre respetando la Constitución.

Frente la idea socialista española de que los derechos fundamentales de estas instituciones están suspendidos para sus componentes, está la Constitución que no permite suspender ninguno de estos derechos a ningún español y sí solo regularlos en lo que sea necesario Tribunal Constitucional (STC) 61/1990.

Es por tanto que la limitación de estos derechos fundamentales, solo queda solo justificada si es adecuada, necesaria y proporcionada a los fines constitucionales a cuyo servicio establecen (STC 21/1981). Además todo esto genera un entramado de deberes y derechos recíprocos entre la Administración y el militar (STC 120/1990) que pueden conducir a restringir como a aumentar el contenido del derecho.

Ningún derecho fundamental es ilimitado. Por tanto a los militares el legislador puede introducir límites específicos al ejercicio de las libertadas reconocidas en la CE.
Naturalmente al no ser los derechos fundamentales ilimitados, tampoco podrá atribuirse este carácter a los límites que pueda someterse este derecho, pues se configuran como excepcionales.

Por tanto solo se podrán poner límites específicos a los derechos de los militares, cuando estos límites respondan a los principios constitucionales de la institución militar.
CE. Art.81.1.- “…sólo por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá regularse el ejercicio de tales derechos y libertades…”. Esta ley deberá ser orgánica.

Las limitaciones al ejercicio de estos derechos habrán de tener en cuenta, que han de ser necesarias para conseguir el fin legítimo previsto, proporcionadas para alcanzarlo y respetuosas con el contenido esencial del derecho restringido (SSTC 57/1994; 18/1999; 292/2000).

De todas estas leyes que pretende imponer ninguna de ellas cumplen la recomendación de nuestro Tribunal Constitucional:

“Sean unas u otras las limitaciones que se impongan en el disfrute de los derechos individuales, no conlleven menosprecie para la estima que, en cuanto ser humano, merece la persona” (STC 120/1990, fj.4)

Consejo muy raramente seguido por todos nuestros gobernantes, especialmente por ZParo y sus mariachis y mariachisas que diría nuestra cara Bibiana.


Este articulo está basado esencialmente en la magnífica conferencia impartida por el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo en el CESEDEN (Ministerio de Defensa) el año 2003, don Miguel Ángel Presno Linera.

Espero haberla interpretado como su autor se merece.

Francisco Alamán Castro.

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